En una audiencia de debate, el fiscal penal 2 de la Unidad de Delitos Contra la Integridad Sexual (UDIS), Rodrigo González Miralpeix, representó al Ministerio Público Fiscal en un caso de abuso sexual continuado y abuso sexual simple contra un hombre de 29 años. El acusado fue declarado culpable de los delitos de abuso sexual con acceso carnal continuado y abuso sexual gravemente ultrajante por su duración y circunstancias de realización, ambos agravados por la guarda y la convivencia, y abuso sexual simple, agravado por la guarda y la convivencia (dos hechos), en concurso real.
Los hechos se remontan a junio de 2022, cuando una niña de 14 años se presentó voluntariamente en una comisaría para denunciar a su cuñado. Según su testimonio, el abuso se había producido en múltiples ocasiones, desde que tenía 7 años hasta los 12 años. Inicialmente, fueron tocamientos, pero a partir de los 8 años, el acusado comenzó a abusar sexualmente de ella.
El informe psicológico realizado por el Cuerpo de Investigaciones Fiscales (CIF) confirmó los indicadores psicológicos de daño psíquico relacionado con experiencias disruptivas en su reserva sexual. No se encontraron indicios de que la menor estuviera mintiendo.
Pocos días después de la denuncia de la menor de 14 años, la directora de la escuela a la que asistía denunció que su hermana de 11 años también había sido abusada por el mismo hombre. En el testimonio de la menor de 11 años, se relataron tocamientos por encima de la ropa.
El fiscal solicitó la acumulación de las actuaciones, y el Juez Marcelo Rubio del Tribunal de Juicio del Distrito Judicial Centro condenó al hombre a 13 años de prisión de cumplimiento efectivo. Además, se dispuso que se le tomen muestras de ADN para su inclusión en el Registro Nacional de Datos Genéticos vinculados a Delitos contra la Integridad Sexual y en el Banco de Datos Genéticos Provincial.